Por Elle van der Cam, investigadora de EmpoderaClima

 ​​A principios de junio de 2022, me encontré en Bonn, Alemania, asistiendo a la primera semana de la 56.ª sesión del Órgano Subsidiario de Implementación (OSE) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). La totalidad de la conferencia tuvo lugar entre el 6 y el 16 de junio de 2022, y estuve presente durante su primera semana, en representación de EmpoderaClima, junto con algunos compañeros representantes de Care About Climate, incluida Ruth Hollands, investigadora de EmpoderaClima. En general, después de asistir a la conferencia como una joven, mujer, cisgénero, sin discapacidad, europea, hablante nativa de inglés, feminista interseccional orientada al clima, tengo algunos pensamientos para compartir.

 

Principalmente, ¿qué son todas estas convenciones y por qué son tan importantes?

 

La CMNUCC comenzó en marzo de 1994 con la adhesión casi universal de 197 países que ratificaron la Convención. En resumen, la Convención reconoció la crisis climática a gran escala y declaró la necesidad de una acción global. Como tal, estableció el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para evitar interferencias "peligrosas" con el sistema climático, enfatiza el papel de las naciones desarrolladas para liderar el camino, dirige nuevos fondos hacia actividades de cambio climático en países en desarrollo, monitorea las políticas de cambio climático y sus medidas, y considera la adaptación ante las inevitables consecuencias del cambio climático. Durante casi tres décadas, las Naciones Unidas (ONU) reúne a las Partes de la Convención en cumbres climáticas globales anuales, llamadas Conferencia de las Partes, comúnmente conocidas como COP. Este año, la 27ª sesión, COP27, tendrá lugar en Sharm El-Sheikh, Egipto, del 7 al 18 de noviembre de 2022 [¡Vea los aspectos más destacados de la participación de EmpoderaClima en las COP 25 y 26!].

 

Un ejemplo de los resultados de estas conferencias es la COP21, en 2015, que representó un evento trascendental cuando 196 Partes firmaron el Acuerdo de París hacia un límite de 1,5 grados, con planes para adaptarse a los efectos del cambio climático y poner a disposición fondos para lograr estos objetivos. Bajo este tratado internacional legalmente vinculante, los países también se comprometieron a presentar planes a nivel nacional para determinar cómo lograrían estos objetivos, conocidos como Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC). Estos establecen visiones y misiones para las naciones, y sirven como controles y equilibrios para la acción climática, lo que permite a todos controlar el problema y lo que las naciones están haciendo al respecto. A través del NDC Equity Tracker de Care About Climate, podemos ver un análisis de varios países desde una perspectiva juvenil, los éxitos y fracasos en equidad y justicia de los compromisos climáticos nacionales.

 

 

Junto con las COP, el Órgano Subsidiario de Implementación (SBI) también tiene un papel crucial en la acción climática. Como órgano subsidiario de la CMNUCC, su trabajo está en el centro de todas las implementaciones bajo la Convención, el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París. Se reúne al menos dos veces al año y sirve para ayudar a las COP en la evaluación y revisión de la implementación efectiva de la Convención. La agenda se establece en torno a la transparencia, la mitigación, la adaptación, las finanzas, la tecnología y el desarrollo de capacidades con el objetivo de mejorar la ambición de las Partes en su camino hacia la acción climática.

 

Y ahora, ¿qué estuve haciendo durante toda una semana?

 

No voy a mentir. Fue todo muy abrumador. Especialmente para mi primera conferencia sobre el clima, y ​​asistiendo solo los primeros días, estaba un poco perdida. Es bastante difícil entender lo que sucede en las conferencias a nivel de la ONU porque las discusiones son complejas y la curva de aprendizaje parece interminable. Como escuché repetidamente en las discusiones orientadas a los jóvenes durante la conferencia, las discusiones sobre el cambio climático son una habilidad que se entrena, pero no se brinda mucha capacitación a los jóvenes (refiriéndose a los menores de 35 años). Como tal, me encontré asistiendo a eventos y aprendiendo “en el trabajo,” es decir, mientras sucedía. Antes de la conferencia, leí todo lo que pude sobre los SBI, pero de alguna manera sentí que no tenía idea de lo que estaba pasando, insinuando signos del síndrome del impostor mientras caminaba por las mismas puertas que los representantes de las Partes, constituidos organismos, expertos relevantes, profesionales y partes interesadas de todo el mundo.

 

Esencialmente, mi semana consistió en discusiones fructíferas, protestas, lluvias de ideas y oportunidades de aprendizaje constantes. Asistí a las principales negociaciones y reuniones con los representantes de las Partes, y eventos paralelos de oradores de todo el mundo sobre una amplia gama de temas, principalmente relacionados con la justicia climática en género y juventud. Entre esas sesiones, fui testigo de protestas climáticas y conocí a activistas climáticos inspiradores. Por lo tanto, con esta publicación de blog, deseo compartir mis impresiones sin filtrar del SB56.

 

Primero, al caminar por el centro de conferencias, se podía vivir y respirar la esperanza de la acción climática. La pasión que emanaba del edificio era indescriptible. La unidad creada al escuchar voces de todos los rincones del mundo compartiendo sus experiencias, enfatizó verdaderamente que el cambio climático es nuestro enemigo común y requiere una acción global. Los oradores y los temas discutidos fueron diversos y enfatizaron la inclusión, por ejemplo, un evento paralelo titulado "Construyendo la resiliencia climática de MENA a través de la participación de mujeres de fe en la transformación de los sistemas alimentarios" incluyó un panel de cinco mujeres de diversos orígenes y culturas dentro de la región MENA, discutiendo en vivo y virtual, moderado por un representante de la Fundación Budista Tzu Chi. Los eventos paralelos parecieron cubrir una amplia gama de temas climáticos e invitaron a voces de comunidades marginadas, incluso si algunas se vieron obligadas a compartir virtualmente y, en algunos casos, no del todo, ya que no pudieron estar presentes (sobre lo cual compartiré más tarde).

 

Esto me lleva a mi segundo punto, que la Igualdad de Género estaba en la agenda de SB56. Esto no es solo en los eventos paralelos, sino también a través de una revisión intermedia del progreso hacia la implementación del Plan de Acción de Género (GAP) de la CMNUCC debido al tremendo trabajo realizado por la Unidad Constitutiva de Mujeres y Género. Aunque no pude unirme, quería resaltar un evento en el SB56, dirigido por la Organización de Desarrollo y Medio Ambiente de Mujeres (WEDO) para elevar y promover el liderazgo de las mujeres en la diplomacia climática. Constituida en el marco del GAP, se celebró la cohorte de Mujeres Líderes del Fondo de Mujeres Delegadas (WDF), a la que también participó Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC. El WDF reconoce la necesidad de apoyar la participación y el liderazgo de las mujeres en las negociaciones climáticas de la ONU, por lo tanto, apoya a los delegados de los partidos de los países menos desarrollados para unirse a las reuniones y negociaciones de la CMNUCC. Esto implica apoyo para viajes, escuela nocturna, capacitación regional, promoción y trabajo en red. Desde 2009, WDF ha ayudado a 175 mujeres en 69 países a asistir a 35 sesiones de la CMNUCC (WEDO, 2022). Según WEDO (2022), el progreso general del género en las negociaciones climáticas también puede atribuirse a la adopción de decisiones que promueven la participación de las mujeres en los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático en la CMNUCC; la implementación de cuotas de género y la introducción de planes de cambio climático y género a nivel nacional; y la introducción de iniciativas como WDF para mejorar el liderazgo de las mujeres en las negociaciones sobre el cambio climático y esfuerzos más amplios de sensibilización.

Además, los eventos paralelos y las protestas a las que me uní a menudo estaban dirigidas por jóvenes activistas climáticos, en particular con YOUNGO, el grupo de jóvenes de la CMNUCC. También hubo espacio para el activismo emergente, como las protestas por pérdidas y daños que se llevaron a cabo en los pasillos, una protesta encabezada por Fridays for Future Bonn y un puesto de comida emergente y volantes de Plant Based Treaty. Aunque no hubo tanto activismo como había anticipado, todavía creo que la conferencia tuvo más representación en participación de lo que esperaba. Uno de los aspectos que en mi opinion más fue destacado en la semana incluyó una charla feminista uno-a-uno con Patricia Espinosa, la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, en la que claramente subrayamos la importancia de la justicia climática para todas las comunidades marginadas, y también me agradecía personalmente por mi tiempo y palabras que ella tomó en serio. Esta apertura de los SB, en la que podía discutir casualmente con expertos, esencialmente creó una sensación de esperanza y motivación en el aire.

 

A pesar de que fue muy inspirador y energizante experimentar SB56 de primera mano, también me dejó con una variedad de emociones, lo que me lleva a creer que queda un amplio espacio para mejorar.

 

Lo primero es en referencia a la desigualdad de género restante en la representación y participación en SB56. Personalmente, me sorprendió darme cuenta de que los eventos paralelos a los que asistía estaban dirigidos de manera abrumadora por mujeres jóvenes y que el género parecía estar en la agenda. Pero luego me di cuenta de que asistía principalmente a eventos paralelos sobre género e inclusión juvenil, nuevamente con énfasis en eventos paralelos. Mientras tanto, todo lo que necesité fue un rápido vistazo cuando entré por primera vez en la sala principal de negociación para notar de inmediato la disparidad de género en la representación y participación.

 

 

Tras realizar un seguimiento de los datos de participación desde 2009, WEDO publicó que el porcentaje de mujeres en todas las delegaciones nacionales aumentó del 30 % para las reuniones de 2009 al 38 % en 2021, y las mujeres jefas de delegación aumentaron del 10 % al 25 % en el mismo período. WEDO señala que el progreso sigue siendo desigual e inaceptablemente lento a pesar de mayores iniciativas políticas, compromisos y actividades para promover la participación igualitaria. Al ritmo actual, la paridad de género en las delegaciones de Cambio Climático de la ONU no se logrará hasta 2040, mientras que la paridad de género en los Jefes de Delegación de la COP no se logrará en un futuro previsible (WEDO, 2022).

 

La segunda se refiere al número increíblemente alto de oradores y representantes que no pudieron asistir a la conferencia. Durante toda la semana, escuché discusiones sobre la inaccesibilidad generalizada de la conferencia para muchas personas, incluida la dificultad de obtener visas para ingresar a Alemania, la imposibilidad de financiar el viaje y la estadía en Bonn, y la inaccesibilidad de las credenciales para el SB56. Por lo tanto, hago énfasis en mi privilegio absoluto de haber recibido una insignia de Care About Climate, haber sido alojado por un amigo y vivir cerca, sin mencionar que tengo un pasaporte europeo, lo que significa que mis barreras de participación eran mucho más bajas que la mayoría de las personas que desearían estar presentes.

 

En general, después de asistir a la primera semana de discusiones en SB56, me considero una optimista impaciente. Experimenté momentos verdaderamente inspiradores en la conferencia, pero se necesita hacer más y se debe hacer de inmediato. Decidí asistir a esta conferencia porque creo sinceramente que estamos pasando por una crisis y que es hora de ser ambicioso. Nosotros, los jóvenes, ya no podemos ser agentes pasivos. Espero compartir con cualquiera que lea ahora mismo, que si yo puedo hacerlo, tú también puedes. Son personas como tú y yo las que estamos iniciando y participando en estas conversaciones, y los jóvenes deben dar un paso hacia posiciones de poder ya que todos estamos afectados. Nuestras voces necesitan ser escuchadas para nuestro presente y futuro. La acción no se trata de números, se trata de personas, y debemos asegurarnos de que se escuche a todas las comunidades para presionar por una transición más justa, y que la juventud tiene un papel clave que desempeñar en el futuro de la justicia climática.

 

 

Al final del día, lo que más aprendí es que todos los involucrados en la UNFCCC SB56 son personas como tú y yo, la mayoría de los cuales recibieron un poco de ayuda y asistencia para llegar allí. Entonces, ¿qué te impide involucrarte? Comuníquense y háganos saber, y tal vez podamos ayudarte a participar en la lucha por la justicia climática.