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El agua limpia es un derecho humano, ¿pero para quién?

Por Renata Koch Alvarenga, Directora de EmpoderaClima

NOTA: Cada mes del año, hasta la COP25 de diciembre, EmpoderaClima lanzará un nuevo y original artículo sobre un tema relacionado con la mujer y la igualdad de género. Para obtener información general sobre la relación entre la acción climática y el empoderamiento femenino, consulte nuestro primer artículo, publicado el Día de la Tierra. ¡Manténgase en sintonía para futuras oportunidades de escribir sus propios artículos originales para EmpoderaClima!

El agua es un recurso natural crucial del Planeta Tierra, y también es un derecho humano, según la Resolución 64/292 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2010, que reconoce la importancia del agua potable y el saneamiento para el cumplimiento de los derechos humanos. Naturalmente, todos los seres humanos deberían tener acceso igual y universal al agua, pero la realidad está un poco lejos de ello.

Cuando se trata de la relación de las mujeres con el agua, especialmente a la luz del cambio climático, su papel y su vulnerabilidad son muy diferentes a los de los hombres. En una situación de crisis del agua, principalmente en los países en desarrollo y en las zonas rurales, las mujeres son las responsables de asegurar este precioso recurso para sus familias, lo que se traduce en serios desafíos, como caminar largas distancias en busca de agua limpia, enfrentarse a las inseguridades debidas al acoso sexual, así como a los peligrosos efectos de los desastres ambientales.

Según water.org, las mujeres en todo el mundo pasan un total de 200 millones de horas al día buscando y recogiendo agua. En regiones del hemisferio sur, incluyendo África y Asia, las mujeres tienen que caminar unos 6 kilómetros para recoger agua para sus familias. Dado que muchas mujeres del mundo en desarrollo están demasiado ocupadas buscando agua potable durante el día, no pueden ir a la escuela o al trabajo, lo que limita sus opciones en cuanto a la realización de su potencial y el desarrollo de habilidades para su vida personal y profesional. Además, las mujeres son especialmente vulnerables al abuso sexual y a los ataques cuando caminan para encontrar agua, lo que demuestra que la falta de agua también afecta a la seguridad personal de las mujeres.

La responsabilidad de recolectar agua se refiere a las oportunidades económicas de las mujeres en las zonas más pobres, así como a su educación y su salud. Por lo tanto, cuando se habla del agua como un derecho humano, es imperativo que el problema se vea también como una cuestión de derechos de la mujer. Como ya se ha dicho, las mujeres tienen que llevar muchos litros de agua durante kilómetros por horas, sólo para asegurarse de que sus familias tienen agua - que a veces ni siquiera está limpia, y es potencialmente mortal. En muchos países de bajos ingresos, la gestión del suministro de agua en el hogar puede ser tarea de las mujeres, pero las soluciones suelen ser adoptadas por los hombres que ocupan puestos de poder.

Considerando todos estos desafíos actuales en términos de mujeres y agua, muchos gobiernos, organizaciones y fondos internacionales, así como empresas privadas, han dado el primer paso al implementar políticas sensibles al género en su trabajo cuando se trata de la gestión del agua. Al colocar a las mujeres que se enfrentan a la difícil tarea de recolectar agua todos los días -y especialmente en tiempos de crisis climáticas- en puestos de liderazgo en medio de los procesos de toma de decisiones, las instituciones pueden asegurar que se implementen las mejores políticas, ya que contarán con el aporte de aquellos que más sufren de la falta de agua en las regiones más pobres.

Para que las mujeres puedan ser empoderadas, primero deben tener acceso a los recursos básicos, incluyendo agua potable y retretes en sus casas. Hablar de las dificultades únicas que enfrentan las mujeres con respecto al agua es un paso importante para lograr la igualdad de género y la justicia climática. Así que la próxima vez que escriba un artículo de investigación, asista a una conferencia o hable con amigos sobre temas ambientales, ¿por qué no mencionar este tema? La sensibilización - un pilar fundamental del trabajo de EmpoderaClima - es el primer paso en el camino hacia la solución de los retos globales.

Difundir la importancia del agua para las mujeres. Para los hombres. Para los niños. Todo el mundo tiene derecho al agua potable y al saneamiento, y para que eso ocurra realmente, es necesario que más personas hablen del efecto desproporcionado que el cambio climático tiene en la vida de las mujeres, incluido el acceso al agua potable.
El agua limpia y el saneamiento es el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, pero la desigualdad de género en el acceso al agua potable también tiene repercusiones en los SGD 1, 3, 4 y 5. ¿Quieres ser parte de la consecución de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas? ¡Empieza por compartir este artículo!